Cada trece de julio tiene lugar junto la célebre muga 262 el tradicional Tributo de las Tres Vacas. Atención en días de niebla si queremos alcanzar la cima de Añelarra.
Cualquier recorrido que se realice por el Macizo de Larra tiene de por si un encanto especial así como el de un esfuerzo añadido.
Caminaremos por un mundo de afiladas rocas, retorcidos pinos, profundas simas..... y la sensación real de estar en un mundo salvaje lejos de cualquier atisbo de civilización (incluidas sendas), en el que habrá que demostrar in situ nuestra capacidad de orientación.
El recorrido que aquí se describe se realizó el 14 de julio de 2007 en un espléndido día de verano sin sufrir en demasía los estragos del calor. El fin de semana lo pasamos en Izaba, en el Albergue Oxanea (948 893 153) al precio de 10 € pers/noche (sólo dormir). Las cenas, para no perder la buenas costumbres, las hicimos en el restaurante Tapia.
Itinerario
0:00 h. Portillo de Erraitz (1.579 m.)
Iniciamos el recorrido ascendiendo sin sendero definido por los verdes prados de nuestra derecha hacia la cumbre de Zanpori (1.728 m.), en su cima veremos un pequeño repetidor. Desde esta suave loma herbosa, que se trata de unas de las pocas que existen en la zona, contemplaremos una buena panorámica, destacando el Anie-Auñamendi con su perfil imponente, y a la derecha de éste el Añelarra, nuestro aún lejano objetivo.
0:20 h. Zanpori (1.728 m.)
Desde este punto no fijaremos en la puntiaguda cima del Arlas, a la izquierda del Anie, ya que vamos a tomarlo como referencia para acceder a un pasillo herboso entre las lomas rocosas. Caminaremos sin sendero y con leves ondulaciones del terreno. De vez en cuando veremos algunos hitos de piedras que nunca vienen mal en un lugar como Larra. Poco después, dejando a nuestra izquierda una vaguada, ascenderemos con cierta pendiente una cercana elevación.
0:50 h. Pasillo herboso
El paisaje que nos rodea ya es típico de Larra: abundante pino negro, rocas erosionadas en superficie, profundas dolinas......
En caso de dura mantener siempre dirección Este. Unos minutos más tarde descenderemos de un saliente que deja a su izquierda un profundo valle y encontramos unas trazas de sendero marcadas por hitos que de momento seguiremos.
Prestando atención a los hitos de piedras atravesamos la ladera derecha de otra elevación. Sin variar la dirección pasaremos ante una profunda sima.
Poco menos de medio kilómetro después llegamos a un altillo donde veremos frente a nosotros un promontorio rocoso, el mayor de los que hemos rodeado.
En suave descenso atravesamos una fértil hoyada y al final de ésta, justo en el momento de alcanzar el promontorio rocoso, dejamos el sendero que seguíamos para ascender por fuerte pendiente (sólo unos pocos metros) a nuestra derecha en pos de su cima.
Al alcanzar la cima observamos que se trata del borde de una meseta y no de una cima como parecia desde su base. Estamos en el denominado Llano Carreras.
Ya ante nosotros la alargada cresta de Añelarra. Trazaremos una línea imaginaria, que memorizaremos, sobre el recorrido y la atacaremos todo lo directamente que podamos. En línea descendente, marcamos nuestro rumbo apuntando al inicio de la cresta ligeramente herbosa del Añelarra. Antes de llegar a ésta atravesaremos algunas zonas de lapiaz puro donde haremos equilibrios sobre las afiladas aristas de las rocas.
2:40 h. Sima con nevero
Ya pasado el lapiaz, caminaremos sobre la ladera cada ver menos rocosa. Tras avanzar por un canal entre dos lomas, coronamos un saliente (2.180 m.) que nos conduce a la parte final de la cresta. Cien metros después encontraremos una impresionante sima con una entrada de unos 5 metros de diámetro y más de 20 metros de profundidad, donde se esconde un nevero permanente.
Tras seguir la cresta alcanzamos por fin, tras 4 h. de ascenso, la anhelada cumbre de Añelarra, a veces olvidada por la cercana y más famosa Anie-Auñamendi.
PanorámicaDesde esta cima disfrutaremos de las vistas de Larra, así como de la imponente pirámide de Anie-Auñamendi, en frente nuestro, y al otro lado la inconfundible silueta de Hiru Erregeen Mahaia.
A falta de buzón en la cima encontraremos una placa con la silueta geográfica de Nafarroa instalada por el C. M. Sanguesa el 28 de junio de 1981.
La vuelta la realizaremos preferentemente deshaciendo el camino usado para el ascenso, poniendo en práctica nuestras dotes de orientación y memoria.
Recordar que hay un porcentaje muy alto de perderse por el laberinto de Larra si te sales del camino, y si eres de los que gusta hacer travesías circulares seguro que ya tienes un montón de boletos para que te toque, así que al loro cuando se transita por estos parajes.
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